Olvidada por quienes le dieron sonrisas y dolores de cabeza, en el refugio donde le espera segura la muerte ambulante por los fríos pasillos llenos de otros corazones cansados de esperar, junto a la brisa que se dejaba deslizar por entre los árboles de frutos dulces y coloridos, sonriente cuando quería y exigente cuando pedía, siempre en el fin del mundo, puente para la eterna vida. Asombroso era lo que cabía dentro de un empaque color de arduo trabajo, de uno y sin cuenta de pensamientos perdidos en el abismo de amnesia, cabellera enrredada de tintes cortos y coquetos, ojos desteñidos que habían visto de todo y de nada en aquel infierno-paraíso de los últimos días, engullendo la realidad simplemente a como venía, a pasos cortos.
Algunas almas obligadas y problemáticas ponían a prueba su escasa paciencia...
"-¡Rosenda!¡Rosenda!, -¡¿Queee?¡, -¡Rosenda!¡Rosenda!, -¡¿Queeeeeeeee?!, -¡Rosenda!¡Vení pues!, -¡Aaahh hijas de la gran puta!"
Y otras veces, huían de su insistencia
"-¡Dame dame dame dame!¿Qué tenés ahi bichita?¡Dame dame dame!"
También le exigían
"-Abrí la boca, -No no quiero, -Abrí la boca, -¡No ya no!¡Ya no quiero!"
Y en un parpadear de ojos, volvía a las mismas
"-¡Bichita!¡Dame comida!¡Dame dame!¡Tengo hambre!¡Vos no me querés dar comida!¡Dame dame!"
Pero lo mejor era cuando la danza se convertía en un solo lenguaje, y el mismo canto se dejaba adornar con risas y alegría, una y otra vez..
"-¡Mata el alacrán abuelito, matalo con una escopeta...!"
Decían las malas lenguas encargadas de hacer pagar los pecados antes del tiempo, que el bultito ambulante se dejaba ver en sus trajes de Eva, degustando por todo su cuero de frutos caídos del cielo antes que el sol los descubriera, figurandose en pleno ritual al frente de aquellas guardias temperamentales, disque profanando la casa de lo que ellas pensaban que era su dios.
Descuidada por las responsables que ni de su propia existencia resolvían nada, ignorada por este mundo que ya no le podía ofrecer más de lo que le cosechó en sus tiempos, Rosenda hechó su larga vida a un lado sin saber de qué ni por qué, seguramente por tristeza...
Algunas almas obligadas y problemáticas ponían a prueba su escasa paciencia...
"-¡Rosenda!¡Rosenda!, -¡¿Queee?¡, -¡Rosenda!¡Rosenda!, -¡¿Queeeeeeeee?!, -¡Rosenda!¡Vení pues!, -¡Aaahh hijas de la gran puta!"
Y otras veces, huían de su insistencia
"-¡Dame dame dame dame!¿Qué tenés ahi bichita?¡Dame dame dame!"
También le exigían
"-Abrí la boca, -No no quiero, -Abrí la boca, -¡No ya no!¡Ya no quiero!"
Y en un parpadear de ojos, volvía a las mismas
"-¡Bichita!¡Dame comida!¡Dame dame!¡Tengo hambre!¡Vos no me querés dar comida!¡Dame dame!"
Pero lo mejor era cuando la danza se convertía en un solo lenguaje, y el mismo canto se dejaba adornar con risas y alegría, una y otra vez..
"-¡Mata el alacrán abuelito, matalo con una escopeta...!"
Decían las malas lenguas encargadas de hacer pagar los pecados antes del tiempo, que el bultito ambulante se dejaba ver en sus trajes de Eva, degustando por todo su cuero de frutos caídos del cielo antes que el sol los descubriera, figurandose en pleno ritual al frente de aquellas guardias temperamentales, disque profanando la casa de lo que ellas pensaban que era su dios.
Descuidada por las responsables que ni de su propia existencia resolvían nada, ignorada por este mundo que ya no le podía ofrecer más de lo que le cosechó en sus tiempos, Rosenda hechó su larga vida a un lado sin saber de qué ni por qué, seguramente por tristeza...
2 personajes verborrean.. comen-tan pues..:
:o
Juela la rosenda!! akellos tiempos... cuando todo era mas calmado y sin tantas procupaciones y sin tantos problemas pero ni modo la vida pasa no hay ke kedarnos atraz xD!!!
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